Gabo y Lucía

Él es rockero, pero fotógrafo también. Un chamo que de repente va caminando por la calle con su cámara réflex digital, tomándole fotos a cualquier cosa que le gusta y cree, puede servir para su portafolio. Ella, es una modelo que aún no ha sido descubierta por los ojos de Gabo. 


Lucía, una chama de tez clara, cabello negro, ojos negros, alta de 1,75. Es una mujer atractiva y muy sexy, de esas modelos que enamoran con tan sólo verlas y cautivan a las cámaras porque sí, ella es modelo profesional. Gabo por su parte, es un chamo alto, cabello negro, ojos color marrón, tez blanca. No muy afortunado en la vida. 


Cierto día, va y decide tomar un tren en París, pero no por cualquier cosa, sino por aquello de que el deber del trabajo le llama. Ve , en eso, a un afiche pegado en la pared donde aparece una modelo desconocida para él, están invitando al público a un evento de runway donde estarán muchas marcas reconocidas. Le atrajo la chica y decide asistir a ese evento, sin percatarse que la mujer en cuestión, va en el mismo tren ¿Casualidad o causalidad? Sin embargo, dijo entre sí,  -qué publicidad tan extraña- ah, es que no te he contado, es publicista también. 


Llega al tren, de esos eléctricos rápidos, de color negro, divino y espacioso, de asientos de cuero color marrón oscuro, se monta , pero como iba solo, le tocó compañía y se sentó al lado de una chica un poco desconfiada que al verla, de una se imaginó en su mente una sesión de fotos con ella con un vestuario espectacular y llamativo. La señorita se sentía un poco intimidada con su mirada fijada en su atuendo y en su físico, no es para menos, si tiene una figura muy bonita y llevaba puesto encima un vestido ceñido al cuerpo de colores donde predominaba el azul mar con el rosado pastel, con una bufanda negra, pues andaba en el ambiente el invierno. 


No se hablaron, más allá de lo necesario de un trato de cortesía. Llegaron a la estación y los dos se bajaron en la misma parada ¡Qué casualidad! ¿Cierto? Sin pensar, qué iban al mismo lugar. 


Gabo se dirigía a la taquilla del evento, mientras que esta fémina seguía derecho. No se percató que siguió de largo y la perdió de vista. Él tenía que ir a trabajar, pero prefirió irse al evento que igual, no era importante lo que iba hacer laboralmente hablando. Trabaja para una agencia de publicidad. 


Comienza el show y él aún comprando la entrada, las monedas no le dan, las revisa en la cartera y siente que no las puede contar de los nervios, el teléfono celular suena, es su jefe. Opta por ignorarlo, pero insiste en llamarlo, se altera Gabo y del apuro se le cae el teléfono celular al suelo y se rompe la pantalla. Lo recoge, no tiene arreglo. Se queja y grita. Tampoco pudo entrar al evento, era hasta un minuto más y se tardó mucho con la cajera, pues no estaba invitado y era parte del público ¿Ya adivinaste? Exacto, París Fashion Week. Un evento sin precedentes, perfecto para su cámara, que por cierto, de lo sucedido con el móvil, casi se le cae al suelo por lo inestable que la tiene, en un saco negro tambaleándose en su pecho. 


La chica al ver que él de verdad quería entrar, mandó a uno de los hombres de seguridad, el cual es alto, de tez oscura, corpulento; a buscarlo para que entrara al evento. Y así fue, lo que hizo fue suspirar de un alivio. Gabo no lo podía creer que estaba en primera fila , sentado viendo a todo el mundo pasar en una pasarela montada y una pantalla mostrando el detrás de cámara de cómo arreglan a las modelos. De pronto, se termina el vídeo y ¿Qué creen? Aparece la chica del afiche aquel de la estación de tren, modelando cómo toda una diva, mientras suena de fondo la canción de Beyonce Run The World. Para él fue como estar en las nubes cuando vio a esa mujer. En primer lugar, sentía que estaba soñando el haber podido entrar y segundo, verla haciendo lo que quería verla hacer, lucirse , mas diferente al resto, era como si quisiera que alguien en particular la observara en ese instante. Odiosa y enfocada en su trabajo , pero de buenas a primeras , sin imaginarlo Gabo, ella le picó el ojo como si lo conociera de toda la vida o si lo hubiese visto en algún lado ¿Será? Terminó el evento con el diseñador saliendo a dar las gracias por haber asistido, era Paco Rabanne en su colección Otoño Invierno. 


Gabo, después de haber hecho realidad uno de sus deseos, le faltaba el de conocer a esa famosa espectacular que salió a última hora y de esa forma, saldar su duda de porqué le guiñó el ojo. Se dirigió rápido a los vestidores, pero el mismo señor de seguridad que lo había invitado a pasar al evento, fue la misma persona que no podía darle acceso al camerino, después de varios gritos de pelea, la modelo los escuchó y le dijo al de seguridad que lo dejara pasar y pues, adelante que cuando entró , no podía creer lo que tenía frente a sus ojos ¿Y todavía no te lo imaginas? Un lugar inmenso donde había sillas negras de peluquerías para arreglarlas, pero eso no era lo que lo impresionó, sino que la chica que lo dejó pasar es la misma , y con ustedes, la del tren que estaba sentada al lado de él, es la misma del afiche. Es decir, señores y señoras, les presento a Lucía. 


Gabo estaba anonadado , él era de los que  -wow , esto no puede ser verdad- 

Lucía - Sí, es real. Estuve sentada al lado tuyo y no te percataste que era yo. Te observé cuando viste el afiche y te quedaste asombrado de mi- 

Gabo se quedó callado , a lo que comentó sin miedo al éxito, pues sentía que tenía que comentarlo -Sí, es un afiche feo-

Lucía -Lo sé, el diseñador no era muy bueno jeje- 

Al ver que se la llevaban bien, ambos querían verse luego , pero no lograban hablar, hasta que salió de la boca de los dos al unísono -¿Te gustaría? ¿Seria fino?- y ambos , rieron. Hasta que se animó, la invitó a salir y quedaron para verse el día siguiente, en el Café de Floré para conversar, total , son amigos y les apetecía conocerse uno al otro. Se dieron los números de teléfono. Salió contento del camerino y cantando de la alegría. 


Llega el día, luego de una noche de ansiedad y de dar vueltas en la cama, ambos se levantan y se arreglan rápido , sin tomar en cuenta que él tenía el celular descargado, pero hace todo para alistarse lo más pronto que puede. Lucía se va caminando, le queda cerca. Le manda un mensaje que sale en diez minutos y que ya está lista, él no ve el celular, simplemente lo agarra y se va. Llegando al café , le escribe que ya está en el lugar. Él intenta tomar el autobús , pero éste no llega, se tarda 45 minutos en llegar, de repente hay paro de transporte y le toca irse caminando, se le ocurre revisar el cell a mitad de camino dándose cuenta que está muerto de batería , sale corriendo para devolverse, pero está en medio de la nada. Ya se estaba desesperando de esperar tanto, él se cansa, ella se va. Él decide devolverse a su casa, cargarlo y escribirle para disculparse por dejarla plantada. Lo logra, llegando extenuado , entra a su casa, desordena todo mientras intenta conseguir el cargador, se estresa, se queja y grita. En eso, lo consigue y lo conecta, tenía aunque usted no lo crea, diez llamadas perdidas y dejado mensajes por WhatsApp. El teléfono colapsó del golpe que recibió, igual que la pantalla rota, la pila no funcionaba. De todas maneras, lo cargó mientras se acostaba en la cama, procesando todo, se durmió. Al rato, se despertó y del tiro cogió su celular, había olvidado por completo contactarla, la llamó rápido, no había tiempo para un mensaje. Lucía respiró hondo cuando lo escuchó todo angustiado, trató de explicarle, pero no quería saber nada de su existencia. Lloró Gabo de la rabia, esa chama le había gustado tanto, que no quería perder el chance que le había dado, pero así se dio. 


Luego de esto, retomando su vida normal y la razón de porqué había tomado el viaje para esa ciudad, recordó su trabajo ,  decidiendo comunicarse con su jefe , pero para su desgracia, éste no quería saber nada de él ,  despidiéndolo de inmediato, definitivamente no tenía el mejor día. Ese martes 13 era en sí de mala suerte y nunca lo olvidará. Prefirió entonces irse a dormir como escapando del mal día. 


Amanece, siempre sale el sol al otro día, una nueva oportunidad de salir adelante para Gabo. Y , les cuento que se le ocurre la idea de emprender con su talento tan bonito de la fotografía, haciendo todo lo pertinente para montar el negocio, llama a un amigo, obvio todos tenemos ese comodín. Este amigo es de tez morena, ojos marrones, alto. Se comunica con él y le habla de la oferta de trabajar juntos, Alex no le convence, pero al final, se arriesga por la amistad que a ambos les une. 


Deciden empezar desde abajo con algo pequeño , pero con el trabajo bien hecho que los caracteriza. Se les ocurre tomarle fotos a las amigas, hacerles sesiones de fotos y así, una por una es contactada , por cuestiones de desinterés y falta de tiempo, de diez que llamaron, aceptaron dos solamente. La primera es una chama alta, 1.70, de tez clara, ojos verdes, cabello castaño claro, una chama simpática, de estilo un poco hippie, muy audaz para el momento mas para lo que se quiere es perfecta, pues posa como puede y con lo que sabe del mundo de las fotos, su nombre es Claudia. Siguiente, es una mujer un poco más atrevida, de tez morena, cabellos liso de color negro , ojos de la misma tonalidad, la llamaremos Ariana , quien no tiene problema de mostrarse con mucha soltura y fluidez, con ella la ocasión se dio más rápido. Con estas dos muestras, invadieron las redes sociales, incluyendo a Instagram, iniciando con un perfil nuevo y colocándole las imágenes de las chicas, una vez editadas con photoshop  y perfeccionadas. El resultado fue magistral, ya que usaron las fotos para promocionar su negocio , de esta manera, mucha gente se interesó , haciéndose viral el trabajo. Así , mucha gente llegó al local donde ellos estaban, queriendo fotos a través del lente de su cámara. 


Pero, no todo es color de rosa, querido lector. Imagínate que Gabo y Alex terminaron tan cansados porque mucha gente quería fotos con ellos , de esas artísticas y bonitas, la gente hacía colas para verlos y posar, pero resultó que lo que hacían o sea el local y su negocio no estaba registrado como autónomo y tuvieron que verse en la necesidad de cerrarlo, mientras que resolvían  fueron a la comisaría a solucionar el problema cuyo trámite les tomaría todo el día, sin tener ellos el tiempo a su favor. Exacto, lector. Están en Madrid España. 


Una vez que salieron de esta diligencia tan molesta, abrieron el local y se promocionaron. Inmediatamente la gente hizo filas para tomarse fotos con ellos, pero no contaban con la astucia de que los equipos se llenaran de polvo, estando a nada de dañarse. Menos mal la limpiaron y arreglaron para que eso no pasara. Gabo de vez en cuando se acordaba de Lucía , pero debido a que estaba ocupado, no dejaba que eso le afectara, pero su amigo Alex sí se daba cuenta de lo que sucedía y lo poco concentrado que a veces se ponía. 



Fue tanto la repercusión que tuvo en el mundo cibernético, que el alcance fue brutal, tanto así que Vogue se dio cuenta y los contrató para que sean sus fotógrafos oficiales, no cabían de la felicidad por esa noticia de la revista, la cual los citaron para una reunion con ellos para ver con más claridad el material, pero éste no estaba en la cámara , se los habían robado durante las sesiones de fotos, algún acompañante de los modelos, tanta gente no se puede controlar. Tuvieron que resolver con lo que podían, pusieron en Instagram un comunicado para que le devolvieran lo robado, teniendo una hora para llegar a Vogue España en Madrid, se fueron para allá con lo que tenían de la cámara. 


Gracias a que Ariana, la última modelo, les devolvió la memoria que no era robada, sino que se había perdido, al final. Faltando cinco minutos y siendo el camino tan largo para llegar, tomaron el metro de Madrid dos veces y finalmente, están en Vogue. La reunión fluyó y todo se fue dando, estaban nerviosos a mil, mas todo se desenvolvió como esperaban. Les encantó el material, finaliza el encuentro y los invitaron a conocer al medio impreso en cuanto a sus oficinas y su manera de trabajar. Se despidieron y se fueron al local, recibiendo una confirmación en la tarde de que serían los fotógrafos oficiales , no lo podían creer y gritaban de la alegría. 


Al otro día , comenzaron a trabajar con ellos, pero no fue sino cuando Lucía los vio en una publicación de una modelo que se dio cuenta que no sólo el alcance era bestial, sino que eran buenos en lo que hacían, especialmente el que más le gustaba, Gabo. Hizo una reservación para una sesión de fotos sin decir que era ella, dio otro número de teléfono para de esa manera, darles la sorpresa. La sesión de fotos estaba pautada para el viernes y ellos ya estaban full de trabajo, sin mencionar que otras revistas también, al ver cómo les iba en Vogue , le escribieron para laborar con ellos, como ELLE por ejemplo. Igual, sacaron tiempo de donde no tenían para la sesión. 


Llegó el viernes tan esperado. Gabo sentía que no era cualquier día, por eso armó todo para la locación, la decoro con tela negra, limpió donde sería la sesión y ordenó todo para que quien fuera que se tomara las fotos, estuviera cómoda. Suena el timbre y Alex abre la puerta, es una mujer de cabello negro, ojos negros y tez clara, alta. Gabo pregunta que quién es en la puerta, pues no puede ver, está arreglando el local y ella hace el señalamiento de shhh para que Alex no dijera nada, éste se queda callado , sigue apresurándose en la limpieza y acomodando todo. En eso entra la modelo como si nada, pero detrás de la cortina , Gabo escucha los pasos y se apura, preguntándole a Alex quién es alzando la voz, nervioso y apurado a la vez; silencio absoluto, Gabo se molesta y decide quitar la cortina y lo que ve, es increíble a sus ojos. Lucía lo sorprendió y no se lo podía creer, corrieron en lo que se vieron, se abrazaron. Se pidieron disculpas de lo sucedido, decidiendo pasar la página. Le tomaron fotos, siendo el mejor día de la vida de todos. 


Desde ahí , el éxito llegó a las pasarelas de Lucía, siendo ella una modelo profesional, posando para muchas revistas famosas de la mano de la cámara de su pareja, Gabo quien terminó como un fotógrafo exitoso gracias a que nunca se rindió en su sueño por querer llegar a la cima. 


Fin. 

















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