Oscuridad
Eran las seis de la tarde,
dos niños viviendo en dos países distintos, uno llamado David de quince años de
edad, más temprano vivió el horror de un atentado terrorista, por otro
lado Mary de tan sólo doce años lo presenció por televisión,
pero lo que más le impactó fue ver como el mal se burlaba de la desgracia que
sufría un país.
Pero el peor horror para David fue voltear, ver un cielo gris y una ciudad destruida en escombros. Para
Mary, el hecho de que hay gente de una cultura que son malas personas capaces
de burlarse de una guerra, pero Mary apaga el televisor, se dirige a la puerta,
la abre y se da cuenta que todo en su ciudad, en su país es basura, violencia y
sufrimiento. David, camina sobre escombros y cadáveres, llega a su casa y
no supera el atentado.
11 de septiembre de 2001,
día gris, dos almas viven una guerra donde el dolor, el sufrimiento, gritos y
maldad hacían acto de presencia ese día, gritándole al mundo que sí existen y
deben cuidarse, pero la humanidad hizo caso omiso, entonces David y Mary
vivieron horrores ese día a consecuencia de eso.
Entre gritos de auxilio,
gente corriendo y unas torres gemelas a punto de caerse, David sólo lloraba y
suplicaba que se acabara, asustado con su familia huye lo más que puede,
corriendo de un lado a otro, mientras el humo alcanzaba enormes magnitudes. La
gente lloraba, no entendían semejante atentado y sólo pedían piedad a DIOS y
sobre todo que acabara todo. David y su familia lograron salir del lugar y
caminando a casa, volteaban para atrás y veían como caían las personas heridas,
morían una a otra y no podían creerlo, es entonces cuando David conoce la
maldad del ser humano en persona y abraza a su mamá por miedo, ella lo
consuela, corren cada vez más, el humo los acecha hasta detenerse buscando protegerse.
Las torres caen una a otra, David lo ve, llora y grita -¡Noooo! ¿Por quéèèè?-
mientras la mamá le pide que se calme, logra irse caminando con su familia,
pero de repente se da cuenta que pisa escombros y a medida que iba pasando
pisaba cadáveres, lloraba cada vez más.
Mary, recibe una llamada de
una tía, la mamá de Mary atiende, es avisándole sobre lo sucedido, la mamá pone
CNN y no lo pueden creer, Mary que quería conocerlas, se puso triste al no
poder lograr su sueño, pero lo que más le impactó, fue ver personas árabes
burlarse del atentado, no podía creer semejante atrocidad y simplemente empezó
a crearse una idea de que personas de esta cultura eran parte del mal, entonces
molesta y decepcionada, abre la puerta de su casa, impresionada y consternada
por lo sucedido quería respirar otro aire y se encuentra con que en su ciudad,
en su país, la violencia se hacía presente como si fuera una guerra.
Ambos chicos, ambos niños,
estaban con una imagen de violencia en sus mentes, los dos lloraban y sólo
querían un mundo mejor, pero les fue imposible porque el mal deseaba la
crueldad a como diera lugar. Fue entonces cuando crecieron con miedo, David fue
el que más vivió esto, pero Mary le tocó sobrevivir en un país como Venezuela,
específicamente en Caracas donde todos los días un venezolano fallece por la
violencia, mas David veía a diario personas de la cultura árabe y no sabía si
gritar o simplemente dejarlos pasar, tenía sentimientos encontrados hacia
ellos, pero sobre todo miedo por si se les ocurría atentar contra la nación en
ese momento.
Seis de la tarde, en ambas
ciudades no hay luz, ni en Estados Unidos Nueva York ni en Caracas Venezuela,
salen de sus casas, es de noche, el cielo está nublado y las
calles destruidas, la gente corre con miedo, tienen caras de auxilio, no saben
donde esconderse del mal. Llenos de valentía, luego de catorce años ya estos niños
no son niños, Mary de 27 años y David no se llama David y tiene 30 años de
edad, se enfrentan a un nuevo mal, llamado ISIS para Estados Unidos y para
Venezuela un gobierno que le ha fallado, es entonces cuando se encuentran sin
buscarse, se quedan viendo uno al otro, están más maduros y con la suficiente
fortaleza para salir adelante, ellos se quedan parados observando a su
alrededor todo como va sucediendo, se voltean y le dicen al mal -Ya
no te tenemos miedo-.
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